Esta casa es la comedia

Foto de Franckie Córdoba en Unsplash.  Trabajar cara al público supone muchas veces aguantar lo que no deberíamos. Es un hecho. Hay profesiones especialmente expuestas donde los linchamientos están a la orden del día: camareros, sanitarios, funcionarios en ventanillas, empleados de banca...  Viene esto a cuento porque me escribe una amiga agobiada por la bulla que le acaba de montar un cliente, con amenazas de denuncia y despido. "Te voy a joder la vida" así como perla final. Y tan ancho.   Y eso me recuerda un penoso linchamiento que tuve ocasión de presenciar hace unos pocos años, acompañando en autobús a otra madre de dos. Un ejemplo meridiano de hasta qué punto se puede meter la pata cuando te eriges en juez de un profesional de cuyo trabajo, por decirlo finamente ...no tienes puta idea.  VOY CON LA ANÉCDOTA.  Mi amiga multimadre y yo subimos a un autobús con el carrito doble. El viaje se desarrolla sin más historia, y al llegar a la parada el bus se detien

 Aún no nos lo han entregado así que estoy adelantando acontecimientos, pero la obra va bastante avanzada y hemos elegido ya todo lo elegible, aquello que nos permitía personalizar nuestra vivienda al gusto.   Y como el gancho de comprar en plano es precisamente ese, "diseñar la vivienda", me animo a contaros lo que hay de cierto en todo ello.  Porque eso de que puedes elegir entre distintos modelos y acabados, todos de "primeras calidades" (un acto de fe para los que no tenemos ni idea), eso decía es un sí...pero no. Mas bien es un depende como una catedral, por decirlo a la gallega.   ¿Y de qué depende? De la promotora. Que decidirá lo que hará con las cocinas mucho después de empezar a excavar. Es decir: compras un poco sin saber lo que compras. "Lujo", "primeras calidades", y todo lo que quieras...pero nada de cocinas marca y modelos tal a elegir entre estos acabados. Que compras a ciegas vaya. Cero propuestas concretas, en nuestra p