Señores sí, lo confieso: me flipa Eurovisión. Va por rachas, pero incluso en sus años de horas bajas nunca dejó de interesarme y pocas fueron las veces que me lo perdí. Recuerdo los tiempos del " iunaited kindom, ten points-guaiominí, di puá " con cariño peroo... sin nostalgia. Porque de un tiempo a esta parte el evento eurovisivo me interesa y divierte cada vez más, y disfruto las canciones desde que empiezan a salir por los internetes, allá por Febrero más o menos. Me veo los vídeos oficiales y leo todo lo del festival: polémicas por plagio, por designaciones de representantes cuestionadas, por mamoneíllos entre países, y me desespero con las apuestas que nunca dan como ganador a mi candidato. Que lo vivo a tope, vaya.