Un viaje en el tiempo

Lugo, 1974. Una niña de entre cuatro y cinco años acompaña a su abuela a la compra. En realidad es imprescindible que vaya pues sin ella la abuela no puede comprar: ¡cómo podría traerlo todo sin ayuda! Y la niña, que es más simple que un botijo (y que de autoestima va bien) se lo cree. Porque además se lo ha dicho su abuela y eso, en 1974, va a misa. Y así, de la mano de su abuelita querida y llevando en la otra mano una bolsita de malla con un asita de plástico verde, replica exacta de las de los mayores pero en tamaño infantil, se encamina muy ufana hacia la plaza y el mercado de abastos. Se para la abuela a saludar a este y a aquel y la enana, contentísima de que la parroquia la interpele y le diga monerías, explica a todo bicho viviente que está ayudando a la abuela y que sin ella la abuelita no puede comprar, ¡porque cómo va a poder con todo si no! Una bolsa parecida a estas pero verde. Internet y su magia... En la plaza compran la carne, las ce...