Trabajar cara al público: lo que hay que aguantar.

Foto de Franckie Córdoba en Unsplash.



 Trabajar cara al público supone muchas veces aguantar lo que no deberíamos. Es un hecho. Hay profesiones especialmente expuestas donde los linchamientos están a la orden del día: camareros, sanitarios, funcionarios en ventanillas, empleados de banca...
 Viene esto a cuento porque me escribe una amiga agobiada por la bulla que le acaba de montar un cliente, con amenazas de denuncia y despido. "Te voy a joder la vida" así como perla final. Y tan ancho.
  Y eso me recuerda un penoso linchamiento que tuve ocasión de presenciar hace unos pocos años, acompañando en autobús a otra madre de dos. Un ejemplo meridiano de hasta qué punto se puede meter la pata cuando te eriges en juez de un profesional de cuyo trabajo, por decirlo finamente ...no tienes puta idea.

 VOY CON LA ANÉCDOTA.

 Mi amiga multimadre y yo subimos a un autobús con el carrito doble. El viaje se desarrolla sin más historia, y al llegar a la parada el bus se detiene como a un metro de separación de la acera. Muy incómodo porque el carro al ser doble no cabe recto en el hueco. A pesar de mi ayuda nos liamos y enseguida una joven se une a los trabajos, ayudándonos, y haciendo comentarios despectivos en voz alta, que pronto son coreados por otros pasajeros ( Este tipo de "trabajo en equipo" es un clásico de cuando trabajas cara al público):

- "Le costaba mucho trabajo arrimarse a la acera"
- "Si es que pasan de todo, les da igual madres con niños, viejos...todo"


Foto de Luz Fuertes en Unsplash


 En esto el conductor activa el mecanismo ese por el que la plataforma desciende, para facilitarnos el proceso. Los comentarios:

-"¡Vaya, despertó! (Este me pareció tremendamente ofensivo)
-"A buenas horas, estate quieto anda, mejor no hagas nada"

 Bajamos el carro mi amiga y yo totalmente abochornadas mientras la joven, que casualmente bajaba en la misma parada, continuó "solidarizándose" con nosotras y "cagando" para el conductor.

 Pues veréis, el conductor ..

ERA EL PADRE DE LOS BEBÉS Y MARIDO DE MI AMIGA MULTIMADRE.

 En la curva anterior había un coche mal aparcado que le obligó a abrir el giro mucho más de lo habitual. Por eso no se arrimó. Porque no pudo.

 Si esta chica no fuese tan arrogante como para creerse capacitada para juzgar el trabajo de un conductor de autobús urbano, no habría hecho semejante papelón. Pero por desgracia hay muchos que pecan del mismo defecto. Por ignorantes, y porque se saben a salvo. Sus malas acciones no tienen consecuencias más allá del daño que causan a sus víctimas. Les salen gratis.

 Trabajar cara al público es lo que he hecho toda la vida y me gusta, mucho. Incluso diría que se me da bien. Pero no mucha gente tiene cintura para encajar estos "gajes" del oficio y por ello muchas personas reniegan de profesiones con público. Una verdadera lástima.

Comentarios

  1. Es muy fácil criticar sin saber por qué se hacen o se deja de hacer las cosas, pero la gente es así. Si, trabajar cara al publico es algo que quema mucho, qué me vas a contar ¡¡¡ :)))
    SAludos.

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  2. Somos expertos en todo sí, ¡o eso nos creemos! ¡Muchas gracias por comentar, Manuela!

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